martes, 3 de mayo de 2022

“EL PELIGRO DE ESTAR CUERDA”

 “EL PELIGRO DE ESTAR CUERDA”

Autora: Rosa Montero 

Género: Imprescindible 

Edit. Planeta/Seix Barral

Primera Edición (con herida luminosa) Abril 2022

 

“El peligro de estar cuerda” es el último libro publicado por Rosa Montero, y digo “publicado” porque estoy cierta de que en su cabeza tiene ya terminados todos los demás que desea escribir, esperando turno para ser paridos.

 

Este libro, que no es ensayo, ni novela, ni autobiográfica ni ficción sino todo lo contrario, trata de las “enfermedades” mentales, de los raros y de esas gentes a las que se diagnostican como PAS (persona de altas sensibilidades) que no tienen nada que ver con los ofendiditos que saltan a la primera que no les cuadra, sobre todo en Redes. Rosa se pone como ejemplo a sí misma, seguida de una pléyade de exquisitos “locos”, obsesivos, perfeccionistas, adictos, depresivos y suicidas, demostrando que bordear “el lado salvaje de la luna” como canta Lou Reed (al que una voz procedente del solitario asiento posterior de su coche ordenó que dejara de beber) es resbaladizo.

 

Decir que la Montero es una de mis escritoras preferidas es poco, pues tengo muchas, pero afirmar que es a la que más aprecio no es exageración. Aprendí a afrontar el duelo con “La ridícula idea de no volver a verte” y me volvió la mirada violeta con “Historia del rey transparente” y sus otras novelas. Ahora, con este “peligro de cordura” ha sido tan GeneRosa (como la llama otra escritora amiga con la que comparte nombre) de contar su paso por la estrechez de ese tubo negro que son los ataques de pánico. Yo los sufrí y solo al leerla he sabido identificarlos. La salud mental en España, en lo que concierne a la pública al menos, se limita a repartir drogas y a fomentar la sensación de culpabilidad por “estar loca” administrándote frases navajeras: “estás así porque no pones voluntad para mejorarte” o la socorrida “tienes que animarte y salir”. 

 

Hoy puedo hablar sin eco desde fuera de ese túnel, pero no desde luego por la ayuda prestada por los médicos. A mi me salvó el escribir y no es que me sienta segura de que no me vuelva esa angustia, sino que he aprendido a canalizarla. 

Dice Rosa que creatividad y locura son gemelas; genios como Virginia Wolf se quitaron la vida por miedo a ella y sobre todo a los tratamientos agresivos que podían matar la capacidad de inventar historias, así lo confiesa empezando: “Siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza” y que para comprenderse decidió estudiar psicología. También dice que sentía terror de que la “curaran con tanto acierto” que destruyeran el chisporroteo mágico que bulle en su azotea y del cual salen esas historias magníficas. No en vano, al publicarse su primer libro, dejó de ver ese fantasma

Por desgracia no a todos los creadores les salva su obra. A otros sí, al menos en parte como a Emily Dickinson que aprendió que ser mujer y escritora era posible leyendo la obra de la poeta británica abolicionista Elisabeth Barrentt.

De este encuentro nació el poema del que uno de sus versos titula este libro:

 

Yo creo que fui Encantada

Cuando por primera vez

Niña sombría 

Leí a aquella dama Extranjera 

Lo Oscuro —sentí hermoso— […]

Fue una Divina Insania

Si el Peligro de estar cuerda

Volviera yo a experimentar

Es antídoto el volverse —

Hacia Tomos de Sólida Brujería 

 

Yo, al igual que Elisabeth a Emily y salvando la gran distancia por mi parte, agradezco a Rosa Montero el haberme señalado con su dedo semejante resplandor.

Por cierto, Rosa es juguetona, como sabemos sus seguidores, ni la ficción es tan ficticia ni la realidad aparente de lo narrado en algún pasaje podría ser tan real.

Yo no puedo dejar de recomendar la lectura de “El peligro de estar cuerda” tanto a los PAS para que descubran que lo son y se sirvan de esta cualidad como a los que no lo sean, pues así comprenderán a los incomprendidos, o incluso, para su sorpresa, se reconozcan en ellos.

D. W 



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